no hay fotos y mi memoria es vaga era una combi roja-hierro como sangre en la que el señor henriquez de portugal nos dejaba a algunos en sus casas, a otros en guarderías esas puertas tan características, nunca servía la manija abríamos con una cuerda y cerrábamos con el pie estaban mi primo, los villalobos, los rogelios mi primo a casa porque su mamá no trabajaba los villalobos a casa porque su abuela los recibía los rogelios a sus casas, el primero con su historia violenta no sé dónde porque me caía mal y nos violentábamos en la combi el segundo bajaba en una cerrada de avenida coyoacán con su pelo güerote como de tino de parchís y su teni new balance gris roto, se le salía el dedo gordo por un hoyo el tipo de información que a esa edad ya usábamos con crueldad todos con un código postal cercano, pero yo sentía que me salía de la combi y de la tierra aunque mi casa estuviera a una cuadra y el trabajo de mamá también debía estar fuera de la tierra tal vez no volvería hoy, eso pensaba cada día tal vez de ahí la amabilidad exagerada de tus padres tan incómoda, forzada, quítense la comida corrida de la que yo corría, sopa de fideo en esos platos beige de cárcel no probaba bocado y no recuerdo ni una cara más que la tuya no sólo no las recuerdo, no las vi pendiente del reloj, de la ventana, a las semanas descubrí que en una resbaladilla de plástico podía esperar esas dos o tres horas viendo el cielo desde el primer piso me miraban, especialmente tu padre yo no movía un dedo a pesar de las circunstancias me gustaba esa inmovilidad de la que nadie me sacaba mas o menos cerca de la hora dorada ensoñaciones, furibunda sin libertad y cuando no podía escapar del primer piso en la mesa grande, con los otros reos me senté o me sentaron junto a ti tal vez te ordenaron ser amable unos meses de ventaja, pero era especialmente la debilidad la inocencia, la sonrisa ansiosa yo creo que algo de tdda, o al menos 5 trastornos de los 20 que hoy inventen lo que me dio a mí cierta ventaja y distracción por qué no podía ser invisible esas tres o cuatro horas pensando en mi casa, en mi espacio en mi falta de libertad, en la tuya tus cuadernos de tareas con logotipo del instituto mierda, o algo con m todo subrayado con regla y color rojo, con notas de la maestra neurótica no puedo creer todas las tareas, a mi me dejaban 2, a ti 20 y no hacía nada y no habían consecuencias en la tercera dejabas las malas bromas, la socialización más extraña porque llegaba el ogro, ya lo intuía su acercamiento chorreaba bahorrina embarrada como acoso en mí, como violencia en ti también mi primo tartamudeaba al fondo de todas sus actuaciones es que hay ciertos padres que uno intuye viles sin poder ponerle palabras no sabía cuánta, sobre todo porque tras tus lentes de botella como lucas la temblorina tipo feelies la timidez que sophie cantaría "feeling like a schoolboy, too shy and too young" nunca te vi sin sonreir y sí era nerviosa, pero también genuina "approximate equals", pero yo no quería eso sólo escapar, sin pensar más allá del año en el que al fin podría ser grande tomar mis propias decisiones como contar con mi propia llave de casa yo seguí cumpliendo años sin más detalles seguí abriendo mi puerta, entrando y saliendo pronto hice lo que quise sin recordar por años tu tipo de sonrisa, el que nunca te haría pensar... me olvidé de esta fase por completo, lo puse tras de mí no había motivo para continuar una amistad que yo creí forzada que me recordaba a tu padre guarro al sentimiento horrible de no poder escapar verás, en esos años yo era demasiado cool para estar enjaulada, no sabía cómo explicarlo yo le enseñaba a villalobos toda la música, todos los pasos todas las modas, las trapper keepers, las chamarras de neón, los swatch y los tenis todo tipo de souvenir extravagante como el destapador gigante de sprite o 7-up, siempre los confundo no sé por qué tendría uno en ese espacio el que me quitaste como travesura y te acusé on el ogro y no sé a dónde fueron a conseguir un reemplazo para la niña había que quedar bien con la niña así se me acercó una vez tu padre, tú con miedo, tartamudeando qué rayos con esa exageración, mi madre ni lo vio como lo que era, de verdad quería la reposición de un DESTAPADOR "es que de verdad no importa, me lo regalaron, ni me costó nada" en serio no tenía ni qué destapar, mi madre destapaba todo cuánto te habrá golpeado o insultado, cualquier pretexto era bueno todavía tengo el otro destapador, el que dije que era original para que te dejara en paz en algún cajón, no lo puedo ver no puedo ver lucas qué pasa conmigo, ni a un kilómetro vivíamos de distancia mi calle cerrada me salvaba de ir a dar el saludo y si hago más memoria me da náusea porque los años en los que empecé a ser "grande" fueron asquerosos, no tenía ni idea de lo que venía para mí 3/4 de esa ansiedad bien envuelta en una capa de vergüenza con manteca qué años más horribles, en modo supervivencia hasta en mis sueños y después vino la adolescencia y todo era yo, mi, mío imposible darle un minuto al pasado nunca los conociste, pero mi primo se volvió un teto, los villalobos unos rufianes y nunca supe más de los rogelios tampoco hice una tarea en mi vida las prefectas como de letra de morrissey eran un horror mis compañeras, hasta el maestro de arte la directora que me humilló por el micrófono una mañana karla la que andaba con el de educación física ximena la del aborto, todas las del turno vespertino con sus abortos la maestra de música ñora amante de la güerita con home conflicts sordidez total, sólo podía dibujar esos años, de nuevo la ansiedad de que parecía eterno cuándo podré ser libre y hacer lo que se me dé la gana en casa mi prima se apañó mi espacio me urgía seguir siendo cool, a pesar de tanto obstáculo y en ninguno de esos diez años se me ocurrió irte a saludar ni tu rostro de adolescente-hombre llegué a ver una tarde regresó mamá con noticias yo viendo more music (¿much music?), en mi onda, con mis sueños, mi banda raquítica qué podría traer de distracción, de molestia qué clase de cotilleo venía de ver a tía O, comadre de tu abuela las viejas chismosas "mamá, no me importa el chisme de las ñoras" qué bárbaro, (en tu recámara o la de tus padres), ¿en serio? y para colmo las ñoras dando la versión más oscura y equivocada no, estoy más cerca yo de eso que él en cualquier configuración y tiempo-espacio, estoy más cerca ni siquiera sé sonreir, no me llevo con nadie, soy irritable no, no, no. ve y averigua cómo, por qué, qué rayos me quedé con esa idea por años, viviendo en la misma calle ¿qué año era? y aparte en abril, como un cliché no recuerdo qué hacía en 2001, tal vez acabar la carrera eventualmente comencé a dármelas de adulta, pero seguía viviendo ahí una tarde, en la paralela donde casi muero un par de veces -la balacera y la caída de rayo- nos encontramos a tu mamá y diez años antes no notaba estas cosas, pero cómo te parecías a ella y ojalá no hubiéramos tomado ese atajo porque no me dejaba de ver, así, como un reclamo por qué ella sí y mi hijo no sin mediar una palabra qué cara, no quiero ver nunca más una cara así le dije a mi mamá llegando a casa ella con más palabras para narrar lo sucedido yo ya cargaba con un fantasma, el de mi tío que me visitó diez años hasta que se fue a descansar, no sé si en paz ni tú, ni ella, ni mi tío tendrían por qué saber qué es la paz ¿qué es eso? otra de tantas tonterías para señalar cualquier cosa menos la correcta de manera realista no había manera de convertirte en fantasma, te dejé de ver como a los 12 años ni modo de ver a lucas en mis pesadillas era el modus operandi lo que se alojaba en una parte de mi cabeza es que no lo puedo creer, ¿por qué? fue el padre, el maldito padre la intuición de los niños está más comprobada que la ley de gravedad como novela de terror o de absurdo eso último lo comprobé en otro ambiente morboso en 2007, con mi tío tendido en un velatorio al que acudió tu padre resulta que eran amigos y en el pasillo con mis primos hablando de tonterías mi madre se acercó lívida yo creí que seguía en el azote por su hermano, pero no lívida porque tu asqueroso padre le pregunto si "ahora sí me podía invitar a salir" así como sabía en qué asunto andaba ese tipo en aquellos años, y su ensañamiento especial hacia ti y la atención "amorosa" a sus dos hijas, es que intuí tus razones lejos de la paz, del descanso en un trámite vimos que en tu acta tu hermana clavó más la daga al describirte esa ñoña con que en su mata de capitán cavernícola guardaba caguamas, condones, lo que sea que guardan las adolescentes urgidas por ser grandes todas esas que me tocó ver y conocer antes de tiempo qué vomitivo todo, lo único bueno de esa lectura del acta es que no fue para nada la historia de las viejas chismosas, yo que había leído la psicología tras el método durante años porque simplemente no encajaba una partida-castigo común, he leído las explicaciones no sé si te golpearía, a tu padre, a tu hermana, a tu abuela qué reacción también quise golpear a mi tío cuando murió por el descuido más tonto no llevo diario, no hay manera de saber qué hice esa semana lo más cercano es un correo de abril 2001, cuando grabamos un video cómico para una clase las cosas iban más o menos, dos o tres años antes veía pura oscuridad, yo creo que por inactividad extrema pero no así, qué rayos qué te hicieron, qué te hiciste qué amarga muestra de que esto le pasa a quien menos esperas, cuando menos sospechas no hay cierre, y encima me encontré a tu padre en un evento donde no pertenecía para nada, transgrediendo como siempre ya no vivo en esa calle, quisiera olvidar el nombre, en un disco duro tengo tu acta ni una foto, ni un detalle, nada más que la declaración puerca de una hermana qué solo estabas, es tal vez uno de esos momentos de visión de túnel donde el túnel no muestra más que la nada, y es fácil no salir 2001. en google no hay ni rastro, ni en el anuario del colegio mierda. podrán almacenar todos los datos de la humanidad, pero no los tuyos, no los de mi tío, ni el otro, ni la otra. claro que los registros se borran, y eventualmente, los recuerdos.